YPFB confirma un nuevo descubrimiento de petróleo en el pozo Sirari West X1, con una producción de 300 barriles diarios. El hallazgo se ubica en la formación El Carmen, en la región de Yapacaní (Santa Cruz), con una inversión de cerca de 13 millones de dólares. La estatal prevé despachar directamente el crudo a refinerías, reforzando la autosuficiencia del país. Además, se abre la puerta a futuros pozos en áreas aledañas.
Fecha:Saturday 14 Jun de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
El pozo Sirari West X1 confirmó la extracción de 300 barriles diarios de crudo desde el reservorio Sara, parte de la formación El Carmen. Esta cifra demuestra la viabilidad del yacimiento y refuerza la capacidad petrolera interna. Se trata de un crudo de 32° API, apto para procesamiento directo en refinerías nacionales, sin requerir infraestructura adicional.
La ubicación estratégica del pozo, al oeste del Campo Sirari en Yapacaní, consolida a esta región como núcleo productivo de hidrocarburos. YPFB ya clasificó la zona como “tierra bendecida”, tras éxitos anteriores en otros campos cercanos como Yarará y Yope. Este último descubrimiento alimenta la esperanza de repotenciar el rol de Bolivia en materia energética.
Con una producción inmediata y sin necesidad de permitirá temporal, el crudo hallado será enviado directamente a refinerías, optimizando los procesos logísticos. Esto representa una ventaja en costos y tiempos frente al mercado de importación, alineándose al objetivo estatal de impulsar la autosuficiencia energética.
La exploración del Sirari West X1 implicó una inversión de alrededor de 13 millones de dólares. Las operaciones iniciaron el 12 de diciembre de 2024, empleando el equipo perforador YPFB-01, con una potencia de 1 500 HP. Alcanzaron una profundidad de 3 800 metros, apuntando al subsuelo profundo de la formación El Carmen y obteniendo resultados exitosos.
Este tipo de perforaciones complejas refuerzan la tecnología y experiencia nacional en hidrocarburos. La estatal YPFB y su subsidiaria Andina S.A. demostraron capacidad técnica para ejecutar proyectos profundos, con resultados que reafirman su estrategia de reactivación del upstream petrolero.
La incursión en niveles profundos abre oportunidades para encontrar nuevos reservorios en zonas contiguas. YPFB ya evalúa nuevos pozos en el área Sirari, lo que podría incrementar la producción y prolongar la vida útil del campo, sumando reservas y consolidando el desarrollo regional.
El crudo extraído, por ser líquido y de buena calidad, no requiere procesamiento previo en planta: puede ser despachado directamente a las refinerías, lo que mejora la eficiencia logística y reduce demoras. El incremento de oferta contribuirá a aliviar las necesidades del mercado interno.
En un contexto donde Bolivia importa parte de sus combustibles, este descubrimiento puede reducir la factura energética y mejorar el balance comercial. La estatal destaca que el objetivo es reemplazar parte del crudo importado con producción propia, en línea con sus compromisos de abastecimiento.
De hecho, el gerente de YPFB Andina señaló que este nuevo suministro ayudará a cumplir las metas del Plan de Reactivación del Upstream, ratificando la apuesta por aumentar la producción local y reducir la dependencia externa.
El éxito en Sirari West marca el inicio de una serie de proyectos exploratorios en la región. YPFB Andina evalúa expansión en los niveles profundos de Sirari, además de nuevas áreas bajo contrato. El plan sectorial contempla desarrollar 16 proyectos relacionados este año e iniciar seis nuevos focos de exploración.
Los memorandos de entendimiento apuntan a explorar zonas como la Llanura Chaqueña y Madre de Dios, donde se estima potencial de hidrocarburos lícitos. Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia para diversificar las fuentes de crudo y ampliar la frontera productiva boliviana.
El fortalecimiento del downstream será clave para optimizar esta nueva producción. El desarrollo de capacidades logísticas, almacenamiento y transporte —junto con mejoras en refinerías— permitirá que Bolivia aproveche plenamente el recurso extraído.
Este hallazgo se enmarca en un proceso más amplio de reactivación de pozos maduros y exploración de nuevos campos. Durante los últimos años, YPFB ha recuperado pozo tras pozo, batiendo récords históricos, como en Yarará y Remanso, donde se identificaron importantes reservas de gas y petróleo.
El upstream, hasta hace poco estancado, ha acelerado su dinamismo gracias a la reactivación del plan estratégico nacional. Esta reactivación ha incluido la campaña en al menos 29 pozos, enfocada tanto en exploración como en redescubrimiento de campos maduros.
Además, las inversiones anuales para nuevos proyectos —incluyendo exploración, desarrollo y facilidades— suman más de 90 millones de dólares, tras la firma de contratos de servicios y asociaciones estratégicas.
El reto inmediato es mantener la sostenibilidad de la producción. Si bien 300 barriles diarios representan un avance, a escala nacional la demanda supera los 60 000 barriles diarios. Por eso, el upstream necesita más descubrimientos similares y la entrada en producción de nuevos pozos cercanos.
Además, será crítico mejorar la infraestructura de transporte y almacenamiento, así como acelerar los permisos ambientales y ambientales, para consolidar las operaciones. La coordinación entre YPFB, reguladores y gobiernos locales será esencial.
El desarrollo regional también exige mayor inversión social e inclusión de comunidades locales, para consolidar un modelo de desarrollo equitativo. La riqueza petrolera debe impulsar también oportunidades laborales y desarrollo sustentable en Santa Cruz.
La apertura de nuevos pozos y el aumento de producción proyectan un crecimiento de impuestos y regalías, beneficiando directamente a municipios como Yapacaní. Estos ingresos pueden financiar servicios públicos, infraestructura y proyectos regionales.
En paralelo, la industria petrolera crea empleos especializados en perforación, transporte, mantenimiento y gestión. Además, impulsa la demanda de servicios locales, empresas proveedoras y logística en la región.
La presencia de YPFB y sus proyectos representa una oportunidad para la formación de recurso humano nacional, duplicando experiencia técnica y apoyo a la industria energética boliviana.
El hallazgo en Sirari West sienta las bases para una nueva etapa del upstream boliviano. Próximamente se espera que los nuevos pozos aporten volúmenes adicionales y prolonguen la producción del campo Sirari.
El éxito dependerá de continuar desarrollando capacidades técnicas internas, aplicar tecnología avanzada y atraer inversión adicional. El país también deberá fortalecer su cadena de valor, para garantizar competitividad y sostenibilidad en el mercado petrolero.
Con cada descubrimiento YPFB fortalece su rol, contribuyendo a la seguridad energética nacional y reduciendo la vulnerabilidad ante precios internacionales. Sirari West es un paso, pero todavía falta camino para consolidar una industria dinámica y autónoma.
El descubrimiento en Sirari West X1 representa una señal alentadora para la industria petrolera de Bolivia: una inversión exitosa, producción inmediata y perspectiva de expansión. Sin embargo, el sector enfrenta el desafío de aumentar volúmenes, mejorar infraestructura y promover inclusión social. El futuro del upstream dependerá del ritmo de nuevos hallazgos, colaboración público-privada y estrategia de desarrollo regional. Si se mantiene el impulso estratégico, Bolivia podría iniciar una nueva era de crecimiento energético sostenible.