Hyvolution 2025, el mayor encuentro de hidrógeno verde en Latinoamérica, reunió a autoridades, industria y academia en Santiago para impulsar proyectos tecnológicos y de infraestructura. La delegación chilena destacó su liderazgo internacional tras destacada participación en Hyvolution París y el lanzamiento de iniciativas como el H₂ Grand Prix y un facility de CORFO. Temas críticos como financiamiento, certificación, permisos ambientales e impacto territorial fueron eje del debate. El evento marcó un hito hacia una política energética más integrada y sostenible.
Fecha:Saturday 14 Jun de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
El evento Hyvolution 2025 se posicionó como el punto de encuentro más importante de América Latina para la industria del hidrógeno verde. Celebrado en Santiago, reunió a miles de asistentes nacionales e internacionales, consolidando el interés global por el rol de Chile en la transición energética. La feria permitió conocer proyectos en marcha, prototipos tecnológicos y nuevas aplicaciones energéticas en sectores productivos diversos.
Hyvolution no solo sirvió para exhibir productos, sino también para facilitar debates estratégicos. En los paneles se discutieron temas clave como financiamiento, innovación tecnológica, capital humano, logística y certificación de origen del hidrógeno. Además, se abordaron las oportunidades para expandir el uso del hidrógeno en transporte, minería e industria.
Con una estructura cada vez más profesional, el evento se ha convertido en una referencia para inversionistas, académicos y autoridades. La alta participación mostró que Chile ha superado la etapa conceptual, avanzando hacia una implementación concreta de su estrategia nacional de hidrógeno verde.
La edición de este año fue acompañada por un respaldo firme desde el sector público. Las autoridades presentaron nuevas herramientas financieras para incentivar el desarrollo del hidrógeno, destacando mecanismos para compartir riesgos entre Estado e inversionistas. Estas medidas apuntan a reducir las barreras de entrada para proyectos intensivos en capital y tecnología.
Los anuncios incluyeron facilidades para el acceso a crédito, subsidios condicionados y la implementación de estándares que faciliten la integración del hidrógeno verde a mercados internacionales. También se subrayó la necesidad de construir una cadena de valor sólida que permita captar mayor valor agregado y generar empleo de calidad.
A mediano plazo, los objetivos estatales contemplan cerrar financiamiento para proyectos industriales antes de 2026 y consolidar el ecosistema tecnológico y regulatorio entre 2027 y 2030. Esta hoja de ruta reafirma la visión del país de convertirse en líder global del hidrógeno verde.
Chile viene fortaleciendo su presencia en foros internacionales relacionados con energía limpia, consolidando alianzas estratégicas con países que comparten objetivos climáticos similares. Las autoridades han participado en eventos mundiales para presentar avances y buscar socios tecnológicos y comerciales.
Estas misiones han sido fundamentales para posicionar a Chile como un país confiable en materia de energías limpias. La cooperación internacional no se limita al financiamiento: también incluye el desarrollo de estándares comunes, intercambios académicos y colaboración científica.
El interés global por el hidrógeno verde ha abierto un espacio donde Chile, gracias a su potencial solar y eólico, ha ganado un lugar privilegiado. Esta ventaja natural se complementa con voluntad política, infraestructura en desarrollo y un marco institucional que busca adaptarse a las exigencias del nuevo paradigma energético.
Uno de los atractivos de Hyvolution 2025 fue la exhibición de tecnologías que utilizan hidrógeno como fuente de energía limpia. Se presentaron vehículos de carga, estaciones móviles de abastecimiento, bicicletas con celdas de combustible y sistemas logísticos que emplean hidrógeno para reducir emisiones.
Además, el evento promovió competencias estudiantiles en las que jóvenes desarrollaron vehículos a escala propulsados por hidrógeno, reforzando la importancia de incorporar a nuevas generaciones en el proceso de transformación energética. Esta formación temprana es vital para garantizar el talento técnico y científico que el país requerirá en los próximos años.
El fomento de la innovación fue evidente en los stands de startups tecnológicas, universidades y centros de investigación. En conjunto, estas iniciativas reflejan una visión compartida: la transición energética necesita soluciones innovadoras, mano de obra calificada y un entorno regulatorio que estimule el desarrollo.
A pesar del entusiasmo general, el desarrollo del hidrógeno verde no está exento de desafíos. Algunos de los proyectos industriales más ambiciosos se ubican en zonas de alta sensibilidad ambiental, lo que ha generado críticas desde comunidades y organizaciones sociales. En particular, se cuestiona la falta de mecanismos adecuados de consulta y evaluación de impacto ambiental.
Las regiones del sur, donde se concentran los recursos eólicos, han sido identificadas como áreas clave para grandes plantas de producción de hidrógeno. Sin embargo, también albergan biodiversidad única y comunidades que demandan participación en la toma de decisiones. La ausencia de ordenamiento territorial específico para estas industrias ha incrementado las tensiones.
Frente a este panorama, expertos plantean la urgencia de mejorar el marco regulatorio, incorporar enfoques de transición justa y fortalecer los procesos de participación ciudadana. Solo así será posible compatibilizar el crecimiento del sector con la sostenibilidad ambiental y el respeto a los territorios.
La industria del hidrógeno verde ha experimentado un crecimiento sostenido en términos de inversión privada. Las cifras muestran un aumento notable de proyectos en etapa de factibilidad y preinversión, lo que indica una alta confianza en el potencial del país. Empresas nacionales y extranjeras están canalizando recursos para explorar oportunidades a largo plazo.
El país ha comenzado a recibir financiamiento de bancos internacionales de desarrollo, fondos europeos y organizaciones multilaterales, que ven en Chile una plataforma confiable para proyectos climáticos. Estas inversiones permiten cubrir brechas en infraestructura, certificación, seguridad y formación.
Además, se están generando empleos directos e indirectos en regiones anteriormente marginadas. El desafío será mantener este dinamismo sin generar burbujas especulativas y garantizando que el desarrollo económico se traduzca en beneficios tangibles para las comunidades.
Chile no es el único país de la región que apuesta por el hidrógeno verde. Brasil, Argentina y Colombia también han lanzado planes nacionales con metas ambiciosas, creando un entorno de competencia por captar inversiones y posicionarse en el mercado global. Sin embargo, la ventaja comparativa chilena sigue siendo significativa debido a su alta radiación solar y régimen de vientos.
La competencia puede ser una oportunidad para generar alianzas regionales, estandarizar normativas y colaborar en el desarrollo de infraestructuras compartidas. La creación de corredores logísticos, plataformas de certificación común y centros de investigación regional fortalecerían el ecosistema del hidrógeno en América Latina.
En el contexto internacional, el país tiene opciones de exportar energía limpia en forma de amoníaco verde, hidrógeno líquido o derivados. Estas posibilidades dependerán de la capacidad para cumplir con los requisitos de sostenibilidad y trazabilidad que exigen los mercados europeos y asiáticos.
Hyvolution 2025 ha demostrado que el hidrógeno verde es más que una promesa: es una industria en desarrollo con impactos económicos, sociales y ambientales reales. Sin embargo, también ha dejado claro que el éxito dependerá de una política energética coherente, participativa y sustentable.
Chile debe avanzar hacia un modelo que combine metas ambiciosas con regulación clara, procesos eficientes y protección del entorno. La articulación entre actores públicos y privados, así como la inclusión de las comunidades, será clave para construir legitimidad y sostenibilidad.
El próximo paso será consolidar una visión de largo plazo que trascienda gobiernos, alinee intereses sectoriales y garantice un desarrollo equitativo. Solo así el hidrógeno verde podrá cumplir su promesa como motor de una nueva era energética en el país.