Chile enfrenta tensión energética: empresas alertan riesgo de racionamiento por fragilidad en la red eléctrica

Chile atraviesa una situación crítica en su sistema eléctrico, según advirtieron las principales empresas generadoras del país. La saturación de líneas de transmisión, la falta de gas natural y el vertimiento masivo de energía renovable están poniendo en jaque la estabilidad del suministro, especialmente en la zona central. La advertencia de un posible racionamiento energético ha encendido las alarmas en el sector productivo, que depende de una provisión constante de electricidad. El gobierno anunció medidas de emergencia, pero los expertos insisten en la necesidad de acelerar obras de infraestructura clave. La crisis revela un desfase entre el crecimiento de las energías limpias y la capacidad de la red para integrarlas de forma eficiente. Chile, líder en renovables en la región, enfrenta ahora el reto de asegurar su seguridad energética.

Santiago, junio de 2025.

El sistema eléctrico chileno atraviesa una situación crítica que ha encendido las alarmas en el sector energético. Según una advertencia pública emitida por Enel Generación y respaldada por otras compañías del rubro, el país estaría “al borde del racionamiento” debido a una combinación de factores estructurales, operacionales y meteorológicos que están tensionando el suministro de energía, particularmente en la zona central.

Un sistema tensionado por infraestructura limitada y baja disponibilidad de gas

El epicentro del problema es la saturación de la línea de transmisión Nueva Pan de Azúcar – Polpaico, una infraestructura clave que conecta el norte —donde se concentra gran parte de la generación solar— con el centro del país, donde se encuentra la mayor parte de la demanda. La línea, según las generadoras, opera al máximo de su capacidad y no puede evacuar toda la energía renovable disponible, lo que obliga a "verter" producción limpia sin poder aprovecharla.

A este cuello de botella se suma la escasez de gas natural importado, fundamental para alimentar las centrales térmicas en situaciones de alta demanda. Las recientes interrupciones en el suministro argentino han afectado la estabilidad de las plantas de ciclo combinado en la Región Metropolitana y en Valparaíso.

Vertimientos récord de energía limpia y encendido de plantas diésel

Durante el primer semestre de 2025, Chile ha tenido que verter más de 2.500 GWh de energía renovable, principalmente solar y eólica, lo que equivale al consumo mensual de más de un millón de hogares. Esta paradoja energética, donde se pierde energía limpia mientras se encienden plantas térmicas más contaminantes, genera frustración entre los actores del sector y preocupa a los expertos por su impacto ambiental y económico.

Como medida de contingencia, las generadoras están solicitando al Coordinador Eléctrico Nacional autorizar el uso excepcional de centrales a diésel, que, aunque más caras y contaminantes, pueden operar con mayor estabilidad cuando fallan otras fuentes.

Falta de planificación y demoras en obras críticas

Empresas como AES Andes, Colbún y Engie han coincidido en que la situación actual es el resultado de una falta de planificación de largo plazo, demoras en la expansión de redes y un modelo de transmisión que no ha evolucionado al ritmo del crecimiento renovable.

El proyecto Kimal-Lo Aguirre, considerado clave para reforzar el sistema troncal, aún no entra en operación debido a trabas administrativas y oposición local. Mientras tanto, los parques solares del norte y los parques eólicos del sur siguen sin capacidad suficiente para despachar toda su energía.

Reacciones desde el Gobierno y propuestas en debate

El Ministerio de Energía reconoció la gravedad de la situación y anunció un paquete de medidas inmediatas, que incluyen:

• Aceleración de obras en subestaciones críticas.
• Revisión de los incentivos para almacenamiento con baterías.
• Nueva licitación para proyectos de transmisión acelerada.
• Diálogo con Argentina para garantizar gas en temporada alta.

“La seguridad del suministro es prioridad nacional. Estamos trabajando con todos los actores para evitar cortes y avanzar en un sistema más flexible y resiliente”, declaró la ministra de Energía, Javiera Martínez.

Riesgos económicos y sociales

Un eventual racionamiento eléctrico en zonas urbanas e industriales tendría consecuencias serias para la economía. Sectores como la minería, el retail y la manufactura dependen de una provisión eléctrica constante, y cualquier interrupción podría traducirse en pérdidas multimillonarias y afectación de empleos.

Asimismo, en zonas residenciales, cortes programados podrían alterar el funcionamiento de colegios, hospitales y servicios esenciales.

Conclusión

Chile, que ha sido modelo en integración de energías renovables en América Latina, enfrenta un momento clave. La advertencia de racionamiento revela una brecha urgente entre el crecimiento verde y la capacidad del sistema para absorberlo. La solución requiere inversiones aceleradas, voluntad política y una planificación energética que combine sostenibilidad con seguridad y eficiencia.

La próxima década será decisiva para determinar si el país consolida su liderazgo energético… o si queda atrapado entre su potencial renovable y una infraestructura rezagada.